miércoles, 17 de febrero de 2010

Es imposible que una buena persona pueda pensar eso. Y menos si es un buen periodista.

Que alguien pueda pensar que un obispo quiera quitar hierro, o peor aún justificar, a los terribles casos de pederastia ocurridos por parte de algunos sacerdotes es algo malvado y perverso. Es buscarle tres pies al gato, es el hacer daño con la única finalidad de hacer daño, es odiar, es buscar el escándalo para que me lean cuatro gatos más.
Y si encima utilizo el sarcasmo y la ironía con el fin de justificarme, ej: "no puedo creérmelo" pero ojala sea así para que yo pueda seguir atizando. Además no puedes decir que aprecias a una persona y estar "criticándola" sin antes haberla consultado, o por lo menos haber contrastado tu información con el sujeto de la misma que para algo eres periodista ¿o no?

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