Distintas fichas, el mismo tablero.

Como es bien sabido, sobretodo por cualquier católico bien formado, siempre que un obispo cesa de su cargo lo hacen también todos los vicarios; ya que éstos son vicarios episcopales del obispo que los ha nombrado. Es más, en la curia diocesana cesan todos los cargos a excepción del ecónomo. Dejando claro esto, hay que decir que en San Sebastián no ha ocurrido, hasta ahora, nada raro que no pase en el resto de las diócesis que se han encontrado o se encuentran o se encontrarán en la misma situación.
Es cierto que el obispo Munilla hará cambios en la diócesis, Dios lo quiera, pero seguirá jugando en el mismo tablero: La Iglesia. A no ser que aquellos que han criticado o reprobado su nombramiento, y que se consideran miembros activos de la Iglesia, no consideren que la Iglesia tiene sus "normas": una doctrina, una liturgia, un Papa, obispos etc y que por lo tanto hayan "jugado" en un tablero distinto al que equivocadamente han denominado Iglesia y que mejor es llamar "su iglesia".