martes, 12 de enero de 2010

El obispo de Granada no tiene derecho a hablar.

En España todo el mundo tiene derecho a pensar y decir lo que quiera. Bueno todo el mundo no, don Francisco Javier Martínez y sus hermanos en el episcopado NO. Es curioso constatar que en nuestra sociedad cualquiera puede salir y sale por la tele diciendo las mayores tonterías y no pasa nada. Es curioso como todos los días en multitud de tertulias, de todo tipo políticas, sociales, económicas... los periodistas, contertulios y demás familia se falta al respeto, grita y dice no pocas idioteces y no posa nada.
Ahora bien un obispo que intenta ser fiel a la Iglesia, Iglesia donde ha sido ordenado, que manifiesta lo que la Iglesia y su doctrina ha enseñado a lo largo de tantos siglos. Ah eso NO, eso no lo puede consentir nuestra sociedad democrática y plural.

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