¿Para qué el Magisterio?

El Magisterio cumple en la Iglesia la función de indicarnos a los católicos cual es el camino de la catolicidad, es decir nos dice lo que es verdaderamente católico y lo que no. Por poner una comparación, aunque no sea la más adecuada pero si lo suficientemente clara, el Magisterio realiza la función de los agentes de tráfico, aunque no estén muy bien vistos por los conductores al igual que los obispos, ellos nos ayudan a no infringir las normas de tráfico y a sancionarnos cuando las incumplimos. Un conductor no puede hacer lo que quiera en la carretera tiene que atenerse a unas normas por su seguridad y la seguridad del resto de conductores.
Un católico no puede hacer lo que quiera dentro de la Iglesia tiene que respetar y cumplir sus "normas" no por mera imposición o sumisión sino por su bien y por el bien de los demás. Cuando un teólogo católico escribe una obra que va en contra de lo dicho y defendido por la Iglesia, y ésta se lo recuerda, éste, si es un auténtico católico, debe corregir sus escritos.